Después de comprobar durante años,
que nuestros clientes eran capaces de aprender las formas corporales más
correctas que iban adquiriendo con la práctica de la “reordenación de la
postura”, empecé a estudiar la carrera de psicología en la Uned de Navarra donde,
cursé varios cursos, después estudié por mi cuenta las teorías que los
neurólogos más punteros iban enunciando acerca de cómo aprende el cerebro.
Comprobé con el cuerpo alguno de
estos paradigmas viendo que funcionaban bien y pensé que si el cerebro era
capaz de aprender en relajación las nuevas formas corporales y mantenerlas en
el tiempo, teniendo en cuenta los pesos, la movilidad etc., mucho más
fácilmente podría aprender contenidos lectivos.
Así empecé a comprobar en mis
propios exámenes, con otros alumnos y finalmente vi que los libros de
aprendizaje de lenguas se acercaban bastante a la forma que tiene el cerebro de
aprender.
A partir de allí y durante 9 años
estuve haciendo pruebas en inglés, euskera, alemán, hasta conseguir un método
sencillo pero extraordinariamente eficaz en la adquisición de vocabulario.
Es tal la velocidad de aprendizaje
que en 36 horas, nuestros alumnos aprenden los contenidos de vocabulario de
cualquier libro de texto de los idiomas mencionados.
Cada treinta y seis horas, que el
alumno distribuye a su gusto dentro de los programas diseñados para optimizar el aprendizaje, va pasando de curso
y avanzando a un nivel superior, de tal forma que en 180 horas el alumno
adquiere el vocabulario que va desde el nivel de 1º de una lengua hasta el
nivel de 5º de dicha lengua.
Descubrimos con júbilo en este
método, que al cerebro le gusta aprender, si la forma de hacerlo se adecua a la
fisiología y que nuestros alumnos tienen una capacidad de concentración muy
superior a lo que suponían.
¿PORQUÉ EL CEREBRO APRENDE MEJOR EN
RELAJACIÓN?
Expondré solo dos razones que
pueden clarificar este hecho tan inaudito y nuevo en el aprendizaje.
-Cuando estamos en estrés el
cerebro activa su parte más primaria de
funcionamiento. En esta región cerebral la capacidad de aprender es muy
reducida, en general las soluciones, son primarias, automáticas y repetitivas
entrando más en la categoría de reacción que de respuesta.
En cambio cuando estamos en
relajación o en meditación, lo que significa con alto nivel de concentración,
entre otros valores, el cerebro activa su región más evolucionada, el córtex y
en concreto el lóbulo frontal, esta es la región más capacitada para aprender
de nuestro cerebro y donde se obtiene mayor éxito en el aprendizaje.
-Además se ha visto que el cerebro
para aprender y guardar lo aprendido, forma una estructura físicamente
fotografiable y diferenciada. De esto hay ya numerosas pruebas empíricas,
conseguidas a través de las técnicas de neuroimagen.
Una de las más curiosas, de esta
comprobación son las que se hicieron a los opositores para una plaza de
taxistas en Londres.
Londres es una ciudad con un
intricado mapa de vías y se vio, como conforme a que los opositores iban
avanzando en la oposición, su hipotálamo inferior crecía, cuando suspendían y
abandonaban los estudios esta parte del cerebro decrecía, luego fotografiaron
los hipotálamos de los taxistas más antiguos y vieron que el hipotálamo
inferior de estos, lugar donde reside entre otras cosas la inteligencia
espacial, era más grande, que las de las personas que no se dedicaban a esta
profesión.
Cientos de pruebas se han hecho a
continuación con estas características, con personas que tocan el piano, con
malabaristas y en toda ellas se ha podido fotografiar en el cerebro la huella
diferenciada que la repetición de estas actividades, va dejando grabada en
ellos.
Así pues, deduje que si el cerebro
tenía que crear una nueva estructura, necesitaría energía para ello y por tanto
que era mejor dejar el cuerpo en relajación, para disponer de toda la energía
posible para la nueva creación.
Ya había comprobado durante 15 años
que esto es lo que debía suceder en el mapa somatotópico, que es la región del
cerebro donde está inscrita nuestra forma corporal, ya que los cuerpos
modificaban su postura y la mantenían a largo plazo; de tal forma que si los
clientes traían un hombro más alto que otro, la cadera, la rodilla, la cabeza o
cualquier articulación desplazada y cuando venían con dolor a mi centro,
resulta que viendo sus fotos esa postura tenía 10, 20 o 30 años de antigüedad y
ahora se cambiaba y se mantenía a largo plazo, tenía que ser necesariamente,
porque las ordenes desde el cerebro habían cambiado con respecto al equilibrio
de fuerzas de esa zona y por extensión del sistema locomotor, así es que estas
nuevas realidades me resultaban de lo más natural.
¡¡¡Y además en mi sistema
trabajábamos todo esto desde la relajación!!!
Así es que lo vi claro, la
relajación y la concentración que de ella se deriva, efectivamente permiten el
aprendizaje de forma eficaz, porque activan la parte más válida del cerebro
para aprender y el cerebro tiene una inmensa plasticidad para la creación y
remodelación de nuevas estructuras, además y por si fuera poco, nos dicen los
científicos, que cuando estamos en relajación se generan unas sustancias
llamadas neurotrofinas que gravan lo aprendido a largo plazo, entonces entendí
los resultados de la reordenación de la postura y los que ahora veía en las
pruebas de ensayo con mis alumnos, que aprendían con facilidad y guardaban por
largo tiempo lo aprendido.
Esto unido a una metodología propia
donde se mantiene al cerebro en estado de alto nivel de concentración da los
resultados que se acaban de describir en prácticamente el 99% de los clientes.
Este método está registrado como propiedad intelectual científica internacional, en el registro de Navarra
Este método está registrado como propiedad intelectual científica internacional, en el registro de Navarra


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